jueves, 21 de junio de 2012

Entre el gorilismo K y las respuestas de Moyano. Anuncio de las batallas por venir



Por Nicolás del Caño y Eduardo Castilla

“Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe” dice del refrán. Y se rompió, con mucho, mucho ruido. Llegó de golpe en el medio de la negociación salarial, sometido a la doble presión de la inflación y los topes a las paritarias. El paro de camioneros por 72hs y los bloqueos de refinerías en todo el país, pusieron (y siguen poniendo) de manifiesto la enorme fuerza de un sector estratégico del movimiento obrero así como los enormes límites del kirchnerismo frente a las demandas salariales de amplios sectores de los trabajadores.

Miércoles de furia y gorilismo

Este miércoles que terminó vimos, por un lado, un salto en la ruptura del moyanismo con el gobierno nacional que se venía anunciando en decenas de declaraciones y discursos, pero donde la sangre nunca llegaba al río. Por el otro, el choque abierto del gobierno con un sector clave de la clase trabajadora, con medidas abiertamente destinadas a poner límite a la protesta social. 
El “progresismo” K sangra por la herida y justifica la militarización contra el desabastecimiento, azuzando el fantasma destituyente de sectores patronales como lo vimos en el conflicto con las patronales agrarias en el 2008. Resulta asombrosa la comparación que hacen algunos K de este conflicto con el paro de los transportistas bajo el gobierno de Salvador Allende en Chile en  1972, que fue un verdadero lockout patronal bancado por la CIA detrás del cual los sectores patronales buscaban desestabilizar a Allende y preparar el golpe. 
Si bien es cierto que Moyano busca no perder poder ante los ataques del gobierno y que en la interna del PJ juega para Scioli, lejos estamos de un complot golpista, fantasma con el que buscan cubrir la política cada vez más antiobrera que aplica (y necesitará aplicar) el gobierno para mantener el modelo “nac & popular”. La otra cuestión que tira abajo este "argumento" es que las patronales del transporte están del lado del gobierno, rechanzando el pedido de aumento salarial. 

Es la clase obrera

Lo que está estallando, abiertamente, es parte del esquema de poder con el que kirchnerismo gobernó la Argentina y recompuso las instituciones políticas del régimen en la medida en que se lo permitió la situación. La burocracia sindical, bajo la conducción de Moyano garantizó que los negocios capitalistas siguieran creciendo en estos años, teniendo un pilar fundamental en los bajos salarios y la precarización de los trabajadores. Esa alianza duradera entre burocracia y kirchnerismo es lo que se expresa en la búsqueda de consagrar a Caló en la CGT. De ahí que sea completamente utópica la perspectiva de “democratizar los sindicatos” como se propone acá, para frenar a Moyano.
Al mismo tiempo, en estos años se fue fortaleciendo, en términos sociales, una poderosa clase trabajadora que, subjetivamente, fue decantando sectores que pasaron a revistar en lo que se hizo conocido como “sindicalismo de base”. En estos años de crecimiento, ni el gobierno ni las patronales tuvieron que ir a ataques abiertos contra la clase trabajadora. Por el contrario, cuando fue necesario pelear, pudieron dar batallas parciales, como los despidos del 2009, paliados en parte por los planes Repro y otras “ayudas” del estado a las patronales. Pero la llegada de la crisis internacional obliga a girar e imponer los límites a la clase trabajadora en el terreno salarial y reivindicativo. Esto explica la enorme dureza frente a este reclamo salarial.
Precisamente lo que está por verse es si el gobierno, como garante del conjunto de los negocios capitalistas, tiene o no la fuerza para enfrentar seriamente a Moyano, lo que significa enfrentar a parte central de esa fuerza social que se fue consolidando en estos años. Como señala acá el bloguero K Ezequiel Meler, mostrando de paso una aguda disyuntiva, El gobierno escaló demasiado rápido y demasiado a fondo, y se encontró con un adversario que piensa como él: retroceder nunca, rendirse jamás. No es buena idea seguir avivando el fuego, ni siquiera si se gana. Porque, a veces, se necesita un monstruo para liquidar a otro”
Los 200 mil afiliados del sindicato de Camioneros y la simpatía de las demandas de Moyano entre otros sectores de la clase trabajadora, son un serio obstáculo para el gobierno en esta pelea. Por su parte, el escriba del archi-oficialista diario Página 12, Mario Wainfeld, reconociendo esta situación dice acá que “el gobierno  cometió un error y hasta una injusticia al encuadrar esas reformas como “pedidos de Moyano”.  Al mismo tiempo señala que  “así las cosas, admitirlos se traduciría como debilidad en la pulseada”, perdiendo el gobierno una posible vía de negociación que destrabe el conflicto o al menos obtenga una tregua en la disputa con Moyano sin quedar como perdedor. 
Estamos ante el inicio de un cambio en la situación política que, con flujos y reflujos, llevará a un mayor protagonismo de la clase trabajadora en el enfrentamiento al gobierno nacional. Que este fenómeno se dé hoy bajo sus actuales conducciones burocráticas no puede hacer perder de vista quiénes son los actores fundamentales de las batallas por venir. 
Hugo y Daniel jugando a la pelota

En esta batalla entre el gobierno y Moyano, parte de la artillería es la foto del “pecado capital” sciolista es la que se ve a Hugo, Daniel y Pablo festejando con la copa “Lealtad” (como la bautizó Moyano). Aunque Hugo dice que ya no juega a la pelota, se viene “tirando paredes” con Daniel, que juega a hacerse el distraído, busca mantenerse haciendo equilibrio, esperando que el 54% se siga esmerilando producto de la desaceleración económica y permita la emergencia de un polo opositor más claro en el peronismo.
Este juego dentro de las internas del PJ muestra los límites de las medidas anunciadas por el moyanismo. Precisamente su carácter de oposición burocrática le impide tomar verdaderamente las demandas de sectores más amplios de la clase trabajadora y el pueblo pobre, aunque en su discurso de anoche haya hablado de los docentes, denunciado los pésimos salarios de los trabajadores de comercio y atacado el trabajo informal. La burocracia sindical, en tanto casta privilegiada y policía política del movimiento obrero en su conjunto, no puede tomar más que parcialmente estas reivindicaciones y siempre quitándole todo el filo posible.
Precisamente ligado a esto, Moyano se ubica como el garante de que la “oposición social”, que tenderá a emerger, sea canalizada por la misma burocracia sindical. En tanto dirigente sindical en la oposición, como lo fue desde fines de los ’90, puede actuar como válvula de seguridad para contener las tendencias más conflictivas que puedan desarrollarse en el movimiento obrero.
De ahí que no fue casual el “interés” de Pablo Moyano de mostrarse junto al Pollo Sobrero esta noche y reivindicar el apoyo de Micheli y la CTA opositora. El “aval” de sectores del sindicalismo de base es necesario para ayudar a “reubicar” a una corriente de la burocracia que durante todos estos años avaló topes salariales, límites en las paritarias, trabajo en negro y precarización laboral. 

Una posición independiente de la izquierda

En la situación que parece abrirse, el “giro moyanista” puede permitir que sectores más amplios de los trabajadores avancen hacia la disidencia en relación al gobierno. Probablemente amplios sectores del movimiento obrero, que reclaman por las mismas cuestiones que camioneros y cuyas conducciones sindicales firmaron acuerdos salariales a la baja, miren con simpatía este gran paro y la pulseada con el gobierno. 
Precisamente por eso es necesario apuntar al desarrollo de la organización independiente de la vanguardia obrera. En ese camino es central aprovechar las brechas que se abren entre este sector de la burocracia y el gobierno para hacer avanzar pasos a los sectores combativos y antiburocráticos del movimiento obrero, fortaleciendo las tendencias del sindicalismo de base.
En este caso, un camino independiente implica, junto al necesario apoyo al paro de camioneros, una crítica a los límites de la política que acompaña a las medidas de fuerza. El   Pollo Sobrero, al lado de Pablo Moyano en la puerta de la refinería en La Matanza, solidarizándose “in toto” con la medida, no aporta en ese sentido.
Desde el PTS estamos impulsando la Conferencia Nacional del Trabajadores el próximo 8 de julio, en el estadio cubierto de Ferro, como una forma de dar pasos en organizar una verdadera corriente de izquierda clasista en el movimiento obrero que se proponga construir su propio partido y que se prepare para actuar ofensivamente ante nuevos sacudones de la realidad política y social. 


4 comentarios:

  1. Esta muy bueno el post, les dejo un par de detalles, al margen del analisis.
    Moyano ha tenido con la accion o una gran suerte o un gran sentido del tiempo, efectivamente como ponen ahi, la medida genera mucha expectativa en sectores importantes de la clase obrera, la fecha coincide con el cobro de la quincena por lo que nos ha encontrado a muchos recibiendo el recibo y enterandonos del mas alto descuento en lo que va del año, en mi caso fueron más de 500 pe, una suma nada despreciable, teniendo en cuenta que somos trabajadores "medios", un contratado de cerca de un año le descontaron 200 pe, en mitre una analista dice que la presion impositiva en la argentina para los trabajadores es del 45% al 50% a diferencia de que ahi los servicios no son "parecidos a los de once" esto medido en dias representa 177 dias que el trabajador promedio (en blanco) debe trabajar solo para pagar impuestos y el impuesto al salario es uno de los mas altos, y cubre una franja cada vez mas importante de laburantes, (100% en bancarios, 100% en mecanicos, entre el 50 y el 80% de los docentes, segun ismael bermudez) la bronca por el impuesto en las fabricas es viceral, a tal grado que la patronal de una automotriz, segun me han dicho por sms, entrego los recibos hoy, acompañados del formulario de afip para la declaracion jurada de bienes, el que te permite, segun tus ingresos/egresos, safar del impuesto si tenes flia numerosa, deudas, etc.

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  2. por otro lado, lanzar el paro un dia previo, o durante, a un feriado es un gran calculo de los tiempos, hoy, y al menos hasta un par de hs más, el gorilismo "realmente existente" esta con moyano, todas la viejas chetas de clase media y otrxs que reclamaban la semana pasada que a los tenderos de la san martin, los corrieran con agua fria han estado llamando a las radios para "reivindicar" la lucha de moyano, a pesar de no "ser de nuestro agrado", por ser el primero que se para EN SERIO contra este gobierno, con frases como basta de atacar al pueblo, etc. La cosa cambia cuando entrevistan en las estaciones de servicios desabastecidas, con este sector el tiempo plus que le dio el feriado se esta agotando, pero fue un handicap para polarizar con el gobierno. En este sentido, el hecho de que estuviera boudu dejo otra brecha (quiza el gobierno aspiraba a golpear fuerte via amenaza, para despues resolver via kristina) lanzar la denuncia penal antes de que estuvieran las bases del desprestigio fue un erro tactico garrafal, fue jugar la ultima carta en la primer mano, decir "es un ataque a los 40 millones de argentinos" cuando todavia no habia desabastecimiento y no solo la clase obrera en blanco, sino incluso algunos gorilas que todavia les "queda algo en el tanque" veian con buena cara lo del negro "de mierda" fue una mala jugada, lucio garzon maceda hablo hace un rato diciendo que la represion (no la fisica, sino la legal) era una locura, que se estaba atacando el derecho a huelga que en francia por ej se traduce como "el derecho a molestar", a la alianza de clases que necesita el gobierno para esta linea le falta algo de aire aun, por ej que algunos barrios de clase media se llenen de basura, que paren las ambulancias, el 107 dice tener combustible hasta mañana, los colectivos que usa los trabajadores precarizados, siguen funcionando aguantan un dia mas dicen, o la distrubucion de gas y demas que aun resisten.
    La multa y el no recibirlo, apostando al desgaste, es una correccion de la linea, pero que llega, tacticamente, a destiempo, por ej, pensando como un burgues, si scioli influenciara ahi de manera directriz, deberia hacer levantar el paro, antes de desabastecer del todo, y movilizar groso a plaza de mayo, mantendria una alianza de clase digna de una oposicion fuerte, eso no va a pasar, moyano tiene juego propio y seguramente mantenga hoy las medidas ¿ira por más? depende de que signifique eso, si es tomar la agenda que plantean en el blog definitivamente no, si es mantener la medida hasta conseguir lo suyo, lo dudo, un boxeador como moyano nunca se juega al nock out, despues de lanzar a la quijada trabajara el cuerpo para llegar "bien a las tarjetas", pero tambien depende esto de su oponente, si lo ponen ante las cuerdas no esta dicho que se deje caer.
    Tengo un solo matiz, la comparacion con el boicot a allende de los k, tiene bases reales, esta bien negarlo, pero yo relativizo que las patronales esten 100% con cristina, recuerden que este sector, por la puja con moyano, le sacaron los subsidios, lo mandaron directamente al choque con el negro, hoy rosario sica la vieja decrepita de la camara de transportistas, rechazo que la gendarmeria maneje los camiones y pidio al gobierno que le suba el tope al impuesto a las ganancias de moyano, desde ya, piensen que esto descomprime un poco el aumento salarial, y los bonos que tendrian que entregar ellos, hay un interes patronal que no coincide 100% con el interes del gobierno, por eso de vido y tomada estan acusando el golpe.

    saludos, el pelao leny desde la sucia carcel, para apuntes, disculpen el desorden y la ortografia, colina arriba es dificil redactar je cambio y fuera!

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  3. Hola, soy Mauricio Aureli, de Córdoba Capital, tengo 19 años. Las ganancias de los trabajadores camioneros van desde 6000 hasta 20000 pesos. Exigieron aumentos del 30%. Las patronales ofrecieron 21%. No aceptaron. Se estableció negociar por medio de las paritarias y se determinó la conciliación obligatoria, es decir que por ley debían seguir prestando el servicio público hasta llegar a un acuerdo. No acataron la conciliación obligatoria, pararon el país, impidieron la salida de camiones y privaron a muchísimos argentinos de tener nafta y gas natural. Este paro es corporativo y no de los trabajadores. En cuanto a la gendarmería, no provocó al gremio de ninguna manera y no hubo represión ni nada parecido.

    O Moyano no tiene paciencia o hizo detonar un conflicto salvaje como parte de su marcha incendiaria hacia el 12 de julio (el 12 de julio vence su mandato en la CGT). Desde ese enfoque ciertamente personalista, si la CGT se rompe porque no acepta su liderazgo tiene que hacerse en el marco de un gran incendio. Es imposible entender una medida de fuerza tan extrema en el contexto de una discusión paritaria. La discusión paritaria no se había cerrado, todavía estaba abierta y, en esa medida, un paro de 72 horas es una medida de máxima, de quemar puentes. Desconocer la conciliación obligatoria que abría una tregua de quince días puso de manifiesto que la intención ya era la de confrontar abiertamente. Tampoco le quedaba mucho tiempo. El 12 de julio vence su mandato en la CGT y no puede llegar con su paritaria abierta. Todas las demás paritarias grandes ya fueron cerradas con diferentes cifras, alrededor del 20 y el 25 por ciento (en la construcción se negoció el 24%, al igual que en los textiles, por darte dos ejemplos). La única paritaria grande abierta es la de Camioneros. Mientras se producían fuertes situaciones de tensión en la puerta de la destilería de YPF en La Matanza, Moyano hacía declaraciones en "A dos voces", uno de los programas que peor lo ha tratado. Pero ayer estaba como en su casa. Su deriva política lo acomoda en nuevos ámbitos que hasta ayer lo execraban. De ser el peor de todos, pasó a convertirse en un dirigente serio para estos sectores, casi equiparable con los dirigentes de los empresarios rurales. Insisto, es un paro corporativo y no de los trabajadores. No digo que no sea justo el reclamo, pero digo que se estaba tratando el tema en paritarias, las patronales habían ofrecido un 21%, Camioneros no lo aceptó, y se abrió un período de 15 días más de negociación. En vez de negociar y conseguir algo para los trabajadores, pararon al país y se cagaron en millones de trabajadores.

    En resumen: Se les ofreció el 21% de aumento salarial, no lo aceptaron. Se estableció un plazo de 15 días más de negociación, para llegar a un acuerdo, y se determinó la conciliación obligatoria para que durante esos 15 días se siguiera prestando el servicio público. En lugar de continuar con las negociaciones, pararon el país, impidieron la salida de camiones y desabastecieron de combustible y gas a enormes sectores del país.

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  4. Mauricio: en primer lugar gracias por comentar. En segundo lugar, como escribimos en el post nosotros no estamos con Moyano. Apoyamos la medida de fuerza de los camioneros. Como apoyamos toda medida de lucha de los trabajadores si es progresiva y esta lo es, por más que tenga elementos corporativos. Estamos a favor de que los trabajadores tengan sueldos altos y estamos a favor que se elimine un impuesto que hace tributar el salario cuando no le cobran ningún impuesto a las transacciones financieras.
    Precisamente lo que decimos es que Moyano es un obstàculo para una pelea seria del movimiento obrero, no sòlo contra el impuesto a las ganancias, sino contra la precarización laboral, el trabajo en negro y los bajísimos salarios de la enorme mayoría del movimiento obrero, entre otros motivos. Ahora, no usamos esos argumentos para apoyar la criminalización de la protesta social que hace el gobierno, sino para mostrar que hay otra perspectiva que tiene que ver con el desarrollo de una corriente de izquierda clasista en el movimiento obrero.

    saludos

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